Eredin Bréacc Glas, apodado "Gavilán" por los unicornios,[1] fue un elfo Aen Elle y comandante de una cabalgata élfica conocida como la cacería salvaje. Como su líder, era conocido por la mayoría como el rey de la cacería salvaje. Eredin era un general de alto rango en su mundo hasta que mató al rey y se convirtió en su sucesor.
Biografía
General de la Cacería
Desde temprana edad demostró ser un hábil guerrero y poseer habilidades mágicas, aunque poco más se sabe de su infancia.
Cuando el rey Auberon Muircetach, gobernante de los elfos Aen Elle, creó a los Jinetes Rojos, puso a Eredin como su líder y general. En aquel momento poseía el poder de la Puerta de los Mundos, lo que le permitió viajar a través de diversos mundos a voluntad, saqueando ciudades y consiguiendo esclavos. Su misión principal era conseguir una gran cantidad de esclavos humanoides (preferiblemente humanos) para servir a su pueblo. Esto hizo que Eredin y sus hombres fuesen temidos y que empezasen a transformarse con magia para causar terror a sus enemigos, con armaduras esqueléticas y alterando el tono de sus voces.
En algún momento descubrieron su mundo de origen, el mundo de los Aen Seidhe que, antes de la Conjunción de las Esferas, pertenecía a todos los demás elfos. Sin embargo, ahora estaba controlado por los humanos y debido al odio que tenían los elfos Aen Elle hacia esta raza, el mundo de los Aen Seidhe se convirtió en su objetivo principal con Eredin a menudo liderando incursiones en el mundo y robando a un gran número de individuos jóvenes. La gente de ese mundo rápidamente comenzó a temer a los jinetes y les dieron un nuevo nombre: cacería salvaje. Debido a que Eredin siempre dirigió a sus hombres personalmente, estuvo presente casi todo el tiempo y, como jinete principal, causó el mayor temor en la gente común y pronto comenzaron a llamarlo "rey de la cacería salvaje".
Mucho tiempo después, los unicornios se liberaron del alcance de los Aen Elle y les arrebataron la Puerta de los Mundos, lo que significaba que Eredin ya no podía usarla. Esto también causó que todos los elfos se quedaran atrapados en su mundo sin acceso a más esclavos, por lo que comenzaron a estudiar la magia que permitía viajar a diferentes reinos. Sin embargo, solo tuvieron un éxito parcial y crearon navegadores: magos especializados entrenados para abrir portales a diferentes mundos, pero solo podían transportar a un pequeño grupo de jinetes. Debido a esto, los jinetes tuvieron que usar formas espectrales en lugar de físicas y viajaban por los cielos como una cabalgata de espectros.
Alrededor del año 1267, la cacería salvaje detectó a cierto individuo portador de la vieja sangre muy poderosa que resultó ser una niña llamada Cirilla. Ya que la vieja sangre era crucial para recuperar el acceso a la Puerta de los Mundos, Eredin se propuso capturarla, ya que quería reanudar sus invasiones a otros reinos. La cacería salvaje primero trató de atraparla cerca de la ciudad de Gors Velen, pero fallaron y su continua búsqueda resultó infructuosa. Sin embargo, gracias a su compañero elfo Avallac'h, que atrajo a Ciri al mundo de los Aen Elle y la llevó al palacio en Tir ná Lia, Eredin finalmente pudo confrontarla y los dos elfos le dieron un ultimátum: tenía que acostarse con el rey y darle un hijo que reintroduciría la vieja sangre a los elfos, lo que posiblemente les daría acceso a la Puerta nuevamente, o ella nunca abandonaría el palacio. Ciri finalmente aceptó y trató de cumplir su parte del trato, pero Auberon era muy viejo y odiaba a los humanos, considerándolos poco más que animales. Debido a esto, no pudo engendrar un niño con Ciri. Eredin, sintiendo una oportunidad, le dio un afrodisíaco a su rey que en realidad era un veneno, matando a Auberon. Esto, a su vez, convirtió a Eredin en el sucesor al trono.
Con el rey muerto, el caos se extendió en el palacio y Ciri, con la ayuda de los unicornios, logró escapar del mundo de los Aen Elle. Eredin la persiguió con la cacería salvaje, pero ella logró evadirlos, por lo que regresó al palacio con las manos vacías.
Rey de los Aen Elle
Tras regresar se proclamó rey, asegurándose de que nadie supiera sobre su papel en la muerte de Auberon. Solo Avallac'h sospechaba de Eredin, pero no tenía pruebas, así que salió del palacio y fue a buscar a Ciri por su cuenta.
Mientras tanto, Eredin consolidó su poder e hizo algunos cambios. Como no tenía interés en los aspectos de gobierno que conllevaba ser un rey, nombró a Ge'els para que sirviera como su virrey y cuidara el estado mientras lideraba a la cacería salvaje. También eligió a dos elfos como sus generales más confiables: Caranthir como jefe de navegación e Imlerith como comandante de los jinetes.
El mundo de los Aen Elle pronto se enfrentó a una nueva y peligrosa amenaza conocida como el Frío Blanco, un fenómeno mortal que causó un invierno eterno, matando todo lo que una vez habitó el mundo, y se suponía que sería el final de cada mundo conocido. Eredin decidió que la única forma de escapar del apocalipsis sería trasladar a los elfos Aen Elle al mundo de los Aen Seidhe y conquistarlo. Sin embargo, sus navegadores carecían del poder para trasladar a miles de elfos Aen Elle. Sabiendo que el poder de Ciri sería capaz de crear un portal lo suficientemente grande para su gente, incluso si fuera a matarla en el proceso, Eredin comenzó a buscarla una vez más.
Sin embargo, esta vez intentó algo nuevo. Sabía que Ciri tenía seres queridos, por lo que su nuevo enfoque era capturarlos y, con suerte, atraerla a una trampa mientras ella intentaba salvarlos. Así, él y sus invasores fueron a la isla de Malus, donde se encontraban los padres adoptivos de Ciri, el brujo Geralt de Rivia y la hechicera Yennefer de Vengerberg. Aunque Geralt logró eliminar a muchos de los atacantes, Eredin logró secuestrar a la hechicera y se fue con ella. Geralt lo persiguió y en un momento se le unieron varios brujos de la Escuela de la Víbora. Los brujos alcanzaron a la cacería cerca del árbol del ahorcado en Nilfgaard y comenzaron a luchar contra los jinetes. Aunque los brujos demostraron ser luchadores capaces, estaban siendo superados en número, por lo que Geralt se ofreció a tomar el lugar de Yennefer y Eredin aceptó, liberando a la hechicera.
Durante algún tiempo, el brujo cabalgó con la cacería salvaje y Eredin estaba satisfecho, ya que Geralt era un excelente señuelo para Ciri. Como era de esperar, Ciri pronto se enteró y en 1270 logró salvar a Geralt del alcance de Eredin sin ser atrapada. A pesar de esto, Eredin continuó persiguiendo a Geralt usando su forma espectral y eventualmente los dos tuvieron una confrontación (con Eredin todavía en su forma espectral) antes de reenfocar sus esfuerzos en Ciri, quien en ese momento estaba siendo ayudada por Avallac'h.
Eredin y la cacería persiguieron al dúo durante más de un año hasta que un día la pareja se teletransportó a la isla de Ard Skellig. Sintiendo el poder que provenía de tal teletransportación, Eredin les tendió una emboscada en el bosque y logró infligir una maldición extremadamente poderosa sobre Avallac'h, que transformaría lentamente al sabio en una criatura diminuta que los humanos más tarde llamarían Uma. Sin embargo, Avallac'h lanzó un poderoso hechizo que causó estragos en las filas de la cacería, destruyendo gran parte del bosque y logrando escapar con Ciri, aunque ambos terminaron en diferentes regiones. Ciri terminó en Velen donde perdió el conocimiento y las Moiras del Cenagal del Jorobado la encontraron. Sin embargo, las Moiras sirvieron a Eredin y cuando se le informó de que tenían a Ciri, envió a Imlerith para recuperarla. Sin embargo, Ciri había logrado despertar y darse cuenta de lo que las Moiras habían planeado, y escapó una vez más.
Algún tiempo después, Ciri regresó a Skellige, esta vez a la aldea de Hindarsfjall, pero la cacería volvió a encontrarla y atacó el lugar. Uno de los lugareños, Skjall, la ayudó a escapar a donde Avallac'h la estaba esperando con Eredin y la cacería pisándole los talones, pero los dos salieron al mar, dejando a sus perseguidores en la orilla.
Con la ubicación de Ciri ahora desconocida, Eredin esperó otra oportunidad para que Ciri pudiera usar su habilidad, revelando su ubicación una vez más. Finalmente, Geralt supo que Avallac'h la había escondido en la Isla de las Brumas, logró encontrarla y luego apareció la cacería, lo que obligó a Ciri a usar su poder para transportarla a ella y a Geralt a Kaer Morhen.
Batalla de Kaer Morhen
Conociendo la ubicación de Ciri, la cacería salvaje atacó la fortaleza de los brujos con toda su fuerza e Imlerith y Caranthir participaron personalmente en la batalla, pero Eredin observó en lugar de unirse al combate. Sin embargo, los brujos lograron resistir una pelea más dura de lo esperado y Eredin llamó a sus generales antes de irrumpir en el patio con un poderoso hechizo de hielo, congelando a todos los atrapados en la explosión, Geralt incluido.
Ciri y Vesemir, que habían sido protegidos por un muro, fueron los únicos que no se vieron afectados y, aunque el viejo brujo hizo todo lo posible por resguardar a Ciri, Imlerith lo atrapó y comenzó a golpearlo cuando Eredin lo detuvo, dándose cuenta de que podrían usar su vida como chantaje para que Ciri los acompañara. A pesar de las protestas de Vesemir para que no lo haga, Ciri comenzó a caminar desarmada hacia Eredin, por lo que Vesemir apuñaló a Imlerith, quien enojado le rompió el cuello al brujo. Al ver la muerte de su antiguo mentor, el dolor y la ira de Ciri, combinados con la vieja sangre, causaron una explosión de poder mágico, amenazando con matar no solo a la cacería salvaje y a Eredin, sino también a todos los combatientes en el área. Eredin, impulsado por la necesidad de capturar a Ciri, trató en vano de llegar a ella, pero Caranthir abrió un portal y se teletransportó a sí mismo y al rey, terminando la batalla.
Caída
En los días posteriores a la humillante retirada de Eredin, el rey de los Aen Elle recibió algunos golpes devastadores en su base de poder, comenzando con la muerte de Imlerith a manos de Geralt y Avallac'h viajó a Tir ná Lia para mostrarle a Ge'els mediante la oniromancia el regicidio de Eredin, que llevó al virrey a rechazar el pedido de refuerzos en caso de que Eredin lo solicitara.
Finalmente, Eredin respondió a la llamada de Ciri usando la Piedra Solar, lo que lo llevó a redirigir el Naglfar a la costa de Undvik. Pronto descubrió que en realidad era una trampa, ya que la cacería salvaje fue acosada por nilfgaardianos y skelligers. En la cubierta de su barco, Eredin se enfrentó a Crach an Craite y lo terminó matando.
Luego fue confrontado por Geralt y Eredin proclamó que tenía algo que decirle al brujo, pero solo lo revelaría cuando el brujo se estuviera muriendo. Mientras luchaban, Eredin abrió varios portales hacia otras ubicaciones donde los dos continuaron luchando antes de regresar al Naglfar, donde Geralt procedió a apuñalar a Eredin en su ojo izquierdo antes de asestar un golpe mortal. Al morir, Eredin confesó que Avallac'h los había manipulado a ambos en esta confrontación para poder usar a Ciri para sus propios fines antes de sucumbir a sus heridas.
The Witcher
Entrada del diario
- Me persigue la Cacería salvaje, una cabalgata de jinetes fantasmales en corceles esqueléticos. Liderándolos está el Rey de la Cacería salvaje, el heraldo de la guerra y la desesperación. Sé que me busca, pero no sé por qué.
- El Rey de la Cacería apareció de nuevo y le ordenó a uno de sus espectros que peleara conmigo. Explotó una debilidad: la aparición era el espectro de Leo.
- El soberano espectral apareció en el pueblo de Aguas Turbias cerca de Wyzima. Estoy seguro de que su aparición anuncia el desastre.
- El Rey de la Cacería salvaje apareció en la visión del Gran Maestre. Ahora sé que no soy el único perseguido por el destino. El rey fantasmal también busca a Jacques de Aldersberg, y quiere su alma tal vez incluso más que la mía.
- Luché contra el Rey de la Cacería salvaje por el alma de Jacques de Aldersberg - en los Yermos Helados. Derroté al espectro.
Misiones asociadas
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Entrada del diario
- Según los Nordlings, la cacería salvaje es una procesión, o más bien un séquito de jinetes espectrales que recorren el cielo a lomos de caballos esqueléticos, ataviados con restos oxidados de armadura y espadas dentadas en sus cinturas. Al igual que un cometa, la cacería salvaje es un presagio de guerra, que se ha confirmado más allá de toda duda. El séquito espectral se aventura en busca de víctimas una vez cada varios años, pero su cosecha jamás ha sido tan abundante como justo antes de la última guerra con Nilfgaard, cuando más de veinte almas desaparecieron solo en Novigrado tras su paso. Curiosamente, las leyendas de elfos y enanos no hacen ni la más mínima mención a la cacería salvaje.
- ¿Qué es en la realidad la cacería salvaje? Un séquito de jinetes procedente de un mundo dominado por elfos y capaz de viajar entre distintas dimensiones. Las apariciones son el producto espiritual de estos guerreros elfos. Sirven a una raza poderosa y a individuos más poderosos, cuyos conocimientos sobre magia y habilidades en este terreno superan con creces a las de los magos humanos de nuestro mundo.
- Aramil, un elfo de un mundo paralelo, fue perseguido por los jinetes espectrales hasta Loc Muinne, donde encontró un momento de calma. Dejó un mensaje según el cual el rey de la cacería desea abrir las puertas entre los mundos para siempre, para que el caos y el horror puedan reinar también en nuestro mundo.
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Entrada del diario
- El nombre del rey de la cacería salvaje, la identidad del señor de las pesadillas, el ser oculto tras la máscara terrorífica... todo esto se desconocía. Con el tiempo, sin embargo, se fueron acumulando datos que sirvieron para identificar al enemigo, aunque no sirvieron para mitigar el terror que inspiraba.
- La cacería salvaje era en realidad una brigada de caballería de élite del mundo de los Aen Elle, la gente de los alisos, comandada por su ambicioso e implacable rey, Eredin Bréacc Glas. Recorría sendas secretas a través del gélido vacío que hay entre su mundo y el nuestro para capturar víctimas y llevárselas a su tierra como esclavos. El objetivo actual de su cacería era Cirilla, cuyo poder quería dominar para sacarle partido. El único obstáculo en su camino: Geralt de Rivia.
- Ciri pudo arrojar algo de luz sobre las motivaciones del comandante de la cacería salvaje. La amenaza de la aniquilación pendía sobre la tierra de los Aen Elle. Eredin, de naturaleza belicosa y conquistadora, decidió resolver el problema de la manera más sencilla: tomando nuestro mundo. ¿Y cuál era la clave? El poder de Ciri, que le permitiría abrir las puertas a una invasión a gran escala.
- Confiando en la potencia de su magia y en la habilidad de sus jinetes, Eredin lanzó un ataque frontal contra Kaer Morhen. Pese a los nobles sacrificios de los defensores, estuvo a punto de lograr la victoria. Solo el poder desencadenado de Ciri obligó a Eredin a retroceder. Sin embargo, quedó claro que aprendería de la derrota y que su siguiente ataque sería insuperable.
- Según Avallac'h, Eredin era responsable de la muerte de Auberon Murcetach, el anterior soberano de los Aen Elle. Revelar este dato no le granjearía amistades ni popularidad entre los Alder.
- La última batalla de Eredin es digna de un poema, o mejor aún, de una epopeya, pero no es el momento ni el lugar para escribirlo. En resumidas cuentas, aquel día funesto el cruel rey de la cacería parecía imparable y destrozaba a todo aquel que se interponía en su camino... hasta que ese camino le llevó hasta Geralt de Rivia. Los dos expertos combatientes se enfrentaron en la última escaramuza en la fantasmal cubierta del Naglfar. La lucha fue larga y difícil, pero la espada del brujo encontró su objetivo y acabó con los sueños de poder y conquista de Eredin. Así murió Eredin Bréacc Glas, rey de la cacería salvaje.
Misiones asociadas
- Kaer Morhen
- La conexión nilfgaardiana
- Deambulando en la oscuridad
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- La Batalla de Kaer Morhen
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