Iorweth[1] o Iorveth[2] era un elfo Aen Seidhe y un comandante Scoia'tael durante la Segunda Guerra del Norte.
Biografía[]
Como veterano comandante Scoia'tael, Iorweth odia a los humanos y ha sido responsable de la quema de numerosas aldeas humanas y asesinatos de civiles. Estaba al mando del último comando Scoia'tael en caer durante la segunda guerra contra Nilfgaard, y junto a Isengrim Faoiltiarna fue el único miembro de la Brigada Vrihedd que sobrevivió a la matanza del Barranco de la Hidra tras la Paz de Cintra.
Uno de los elfos de su comando, Echel Traighlethan, fue capturado por el Servicio Secreto Redaniano y condenado a muerte en Drakenborg.
Tras la Paz de Cintra, Iorweth consiguió reconstruir su comando Scoia'tael pero no logró evitar una vida dura y marginal, dándose cuenta demasiado tarde de que Nilfgaard lo había utilizado como un mero instrumento durante la guerra para luego sacrificarlo sin miramientos en las negociaciones de paz. Casi todo el mundo lo considera un terrorista y un genocida, pero el tiempo y la experiencia han terminado por convencer a Iorweth de que la lucha de los Scoia'tael está condenada al fracaso. Por eso rehusó unirse a Yaevinn durante la revuelta en Wyzima, y en cambio aceptó luchar junto a enanos y humanos para tratar de establecer un estado independiente en el Alto Aedirn: un lugar con leyes igualitarias entre las distintas razas, donde los elfos no se vean obligados a vivir en guetos y los humanos puedan adentrarse en un bosque sin miedo.
The Witcher 2: Assassins of Kings[]
Iorweth hace su aparición durante una escena cinemática ambientada varios meses antes de los acontecimientos del juego. Un individuo misterioso solicita su asistencia para poder matar a varios reyes del Norte. Como garantía, le muestra a Iorweth la cabeza de Demavend III, rey de Aedirn.
Durante el Prólogo, Geralt divisa a varios elfos en la lejanía, que Vernon Roche identifica como miembros del comando de Iorweth. El propio Iorweth hace acto de presencia al comienzo del Capítulo I, emboscando a Geralt, Triss y Roche cuando estos se dirigen a Flotsam.
Entrada del diario[]
- Dicen que todos los elfos son hermosos, que nacen así. En el caso de Iorveth, alguien estuvo dispuesto a cambiar eso, marcando su rostro con una fea cicatriz que el elfo ocultaba parcialmente bajo un velo carmesí. Iorveth era una leyenda viva, el esquivo líder de una unidad de elfos que no tenía la intención de desarmarse y continuaba su guerra con los humanos. Las historias de sus hazañas, así como de su odio hacia los dh'oine, le hicieron parecerse más a un fantasma vengativo que a una persona de carne y hueso. Algunas fuentes afirman que Iorveth tenía relación con el asesino de reyes y los recientes acontecimientos, aunque su primer encuentro no ofreció a Geralt ninguna respuesta aparte de una lluvia de flechas mortales. De hecho, parecía que el brujo no volvería a recibir ninguna otra respuesta.
- A los ojos de algunos, como Loredo o Roche, Iorveth era un delincuente común con las manos manchadas de sangre de inocentes. De hecho, la lista de los que murieron en su "lucha por la libertad" podría fácilmente compararse con el número de piezas en mi repertorio.
- Iorveth era sin duda un tipo peligroso. Pero a pesar de esto, no era un monstruo sediento de sangre. Aunque no estaba de acuerdo con algunos de sus puntos de vista y sus métodos, no podía rebatirle todos sus argumentos.
- Si Geralt le entrega su espada durante el Capítulo I
- Luchar codo con codo ayuda a superar la desconfianza mutua, de eso no hay duda. Iorveth apreciaba la sinceridad del brujo, y la puerta para seguir cooperando quedó abierta.
- La visión que siguió cambió la situación por completo. El plan que este líder scoia'tael estaba intentando llevar a cabo era o demasiado ambicioso, o demasiado descabellado. Por eso necesitaba aliados. Y aunque no encontrara ninguno, estaba dispuesto a ponerlo en práctica él solo.
- Si Geralt elige la Ruta de Iorveth al final del Capítulo I
- Iorveth no podría negar la lealtad hacia aquellos que confiaban en él y a quienes devolvió su confianza. Tras la liberación de los prisioneros, su opinión de Geralt mejoró, y el elfo no dudó en pagarle la deuda que había contraído.
- Las relaciones entre Vernon Roche e Iorveth eran sin duda complicadas. El scoia'tael odiaba abiertamente al comandante de los Franjas Azules y deseaba su muerte. Pero se apreciaba un halo de respeto por las habilidades y tenacidad del temerio. Hay que decir en su favor que el elfo era capaz de reconocer el mérito incluso del enemigo más odiado.
- Siempre quedó abierta la pregunta de si Iorveth había olvidado por qué luchaba, después de tantos años de vivir rodeado de odio y sangre derramada. Incluso los que lo conocían desde hace tiempo tenían dudas al respecto.
- Capítulo II
- Cuando Iorveth decidió luchar por un valle de Pontar libre, cuando hizo un juramento de lealtad a Saskia, estuvo en el bando de los humanos que defendían Vergen. Muchos no se fiaban de este cambio repentino en el hasta ahora intransigente enemigo de los dh'oine, responsable del incendio de más de un pueblo y de las lágrimas de más de una madre por un hijo muerto. Pero el comandante de las ardillas tenía plena confianza en Saskia, y aquello zanjó toda discusión.
- Tras la desaparición de Iorveth después del envenenamiento de Saskia, nadie esperaba verlo de nuevo. Hay quienes murmuraban que era el responsable de lo sucedido, o que simplemente había huido tras perder las esperanzas en la lucha. Nadie se tragó sus palabras sobre los arqueros elfos. El tiempo dirá el valor de sus promesas.
- Sin duda, el scoia'tael tenía un sentido de la oportunidad y del efecto dramático. Sus refuerzos no podrían haber llegado en mejor momento, y la sensación que tuvimos todos los defensores, incluido yo, era de pura euforia. Iorveth demostró ser una persona que no pierde el tiempo con palabras y no abandona a los aliados que lo necesitan. Si tuviera alguna duda sobre él, se disiparían como humo de los incendios que arrasaban Vergen.
- Iorveth estaba decidido a salvar a Saskia y ajustar cuentas con las hechiceras. Geralt y él partieron hacia Loc Muinne para cerrar el último capítulo de esta historia.
- Capítulo III
- Allí tuvieron que separarse. Iorveth fue a registrar la alcoba de Philippa, y hacía algún tiempo que Geralt no sabía nada de él. Obviamente, el líder scoia'tael no se quedó de brazos cruzados durante ese tiempo.
Misiones asociadas[]
- Los asesinos de reyes
- Una dura arribada
- ¿Dónde está Triss Merigold?
- En una encrucijada: Scoia'tael
- La cárcel flotante
- Preludio de la Guerra: Aedirn
- Un asunto de vida o muerte
- Sangre real
- El asedio de Vergen
- El ataque a Vergen
- Con el corazón trémulo
- Cazando magia
- ¡Por una causa más justa!
- La rompehechizos
- La cumbre de los hechiceros
- Operación dragón
Nota[]
- La apariencia de Iorweth en The Witcher 2 recuerda mucho a la de otro personaje elfo, Isengrim Faoiltiarna, en la saga literaria de Andrzej Sapkowski. De hecho, la descripción física que aparece en su entrada del diario es prácticamente calcada al aspecto de Isengrim en Bautismo de fuego. Dado que Iorweth e Isengrim fueron los únicos supervivientes de la masacre del Barranco de la Hidra, no resulta descabellado interpretar al personaje de Iorweth (en el juego) como una amalgama de los dos personajes de los libros.
Galería[]
Referencias[]
- ↑ Bautismo de fuego, capítulo quinto.
- ↑ The Witcher 2: Assassins of Kings