Los jabalíes salvajes son animales peligrosos que habitan en los Reinos del Norte.
Entrada del bestiario[]
- ¡Cómo afila sus brillantes colmillos ese pequeño jabalí salvaje!
¡Cómo araña la tierra cual rastrillo y cómo arruina el espejo follaje!
- ¡Cuán alegre parece que sonríe!
¡Con cuánto cuidado extiende sus garras y a toda pequeña moza recibe con esas mandíbulas delicadas!
Ludwig de Charolle, matemático, escritor y poeta
- Estas bestias de los bosques son tan "salvajes", indómitas, feroces y agresivas como su nombre indica. A día de hoy, muchos campesinos de las aldeas periféricas de Kaedwen siguen creyendo que los jabalíes salvajes subsisten con una dieta a base de jóvenes doncellas, aunque en realidad suelen saciar su hambre con raíces y bellotas. Sin embargo, no hay que pensar que por su dieta vegetariana sean inofensivos. De hecho, estos animales de complexión fuerte y dientes afilados son unas auténticas máquinas de combate peludas. La madre Naturaleza también los ha equipado con dos pares de colmillos, así que la suma total de este arsenal los convierte en el terror de los bosques, una amenaza para todo el que habite en ellos, sea humano o de otra clase. Los jabalíes poseen unos hocicos duros como un garrote que algunos campesinos denominan "silbatos", pese a que ningún jabalí ha producido nunca un sonido semejante. En su lugar, emiten un gruñido característico, parecido al ronquido de un hombre con obesidad mórbida. Otra creencia campesina afirma que los jabalíes son de una naturaleza extremadamente quisquillosa y que, cuando se sienten ofendidos, descargan toda su rabia derribando cercas y engullendo patatas. Aunque en ocasiones viven solos, los jabalíes suelen aparecer en pequeños grupos de tres o cinco individuos.