Los katakans son miembros de una raza de vampiros que habitan las tierras de los Reinos del Norte desde la Conjunción de las Esferas.
En su forma natural, los katakans tienen muchos rasgos parecidos a los de los murciélagos, aunque algo más grandes y monstruosos. Tienen largas garras que continúan creciendo durante toda su vida.[3] También son capaces de camuflarse y actuar como humanos normales.[1]
Como el resto de los vampiros, los katakans son completamente invisibles al escaneo y el sondeo mágico, lo que significa que no pueden ser detectados por los medallones de los brujos o hechizos de detección de nivel maestro.[4] A diferencia de las alpas, lamias, muras y vampiros supremos, son susceptibles al sol.
Katakans conocidos[]
- Gael
- Hubert Rejk (se pensaba que era un vampiro supremo)
The Witcher 3: Wild Hunt[]
Entrada del bestiario[]
- Melitele, Gran Madre, protégenos del mal, de los diablos impuros y de los demonios apestosos y, sobre todo, de las garras de katakans y nekurats...
- Fragmento de una plegaria
- Los katakans y sus parientes más peligrosos, los nekurats, son la encarnación del miedo humano. Se ocultan en las sombras, se alimentan de sangre y parecen murciélagos gigantes, aunque con colmillos largos y zarpas aún más largas. Y, por si eso no fuera bastante aterrador, pueden volverse invisibles, esperando sin ser vistos a que el pavor a su impredecible ataque se apodere de la víctima.
Misiones asociadas[]
- Ahora o nunca
- Pecados carnales
- Un libro en la tumba
- Contrato: El borracho de Oxenfurt
- Pasar el trance (Blood and Wine)
- La noche de los colmillos largos (opcional) (Blood and Wine)
Galería[]
Arte conceptual
Arte de la carta de gwynt
Arte de la carta del juego Gwent
Referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 The Witcher 3: Wild Hunt
- ↑ The Witcher Role-Playing Game
- ↑ The Witcher 3: Wild Hunt Artbook
- ↑ Bautismo de fuego