El Shaelmaar del emperador de Nilfgaard es un poderoso monstruo relicto que aparece en la expansión Blood and Wine.
Entrada del bestiario[]
- Las luchas de gladiadores en gigantescas arenas son una forma popular de entretenimiento en Nilfgaard. Por regla general, los luchadores son esclavos entrenados especialmente para este propósito, aunque a veces los señores de la arena enfrentan a humanos contra monstruos. El shaelmaar contra el que tuvo que luchar Geralt en el campo del torneo era un regalo del emperador para su pariente, la duquesa Anna Henrietta. Había sido atrapado siendo una cría y preparado para su propósito definitivo por adiestradores nilfgaardianos. Sin embargo, eso no significa que estuviera domado: de hecho, su bravura y ferocidad innata no habían mermado un ápice. Al igual que las demás criaturas de su especie, era ciego, pero podía determinar la ubicación de sus oponentes de forma infalible usando la ecolocalización. El shaelmaar poseía una gruesa coraza y una piel casi impenetrable. También podía rodar como una pelota para cargar contra sus enemigos. Su vientre, en cambio, era relativamente vulnerable y quedaba expuesto cuando fallaba sus ataques.
- Si Geralt le perdona la vida:
- Al final, aunque la lucha fue larga y dificultosa, Geralt derrotó al shaelmaar y, cuando la duquesa le exigió desde las gradas que acabara con la bestia, se negó a matar a la criatura, porque no quería quitar una vida tan solo para divertimento del público.
- Si Geralt lo mata:
- Al final, aunque la lucha fue larga y dificultosa, Geralt derrotó al shaelmaar y, cuando la duquesa le exigió desde las gradas que acabara con la bestia, le asestó el debido golpe letal.
Misiones asociadas[]
- La bestia de Toussaint