Los tres niños de Houtborg fueron de hecho dos gemelos, Fiona y Amavet, y una niña llamada Adela. Los tres niños nacieron casi al mismo tiempo en la fortaleza de Houtborg. Ahí estuvo encarcelada la madre de los gemelos, Riannon, entre tanto su media hermana Falka vivió en la fortaleza durante su levantamiento.
Riannon se volvió loca ya antes del nacimiento de sus hijos y Falka abandonó a su hija, para que Riannon cuidara de ella, y continuó con su rebelión. Riannon no fue capaz de distinguir entre los hijos y por lo tanto nunca supo cuáles eran los suyos.
Cuando finalmente fue liberada Riannon por su marido, el rey Goidemar con sus tropas, él decidió contratar a unos hechiceros para investigar cuáles de los hijos eran suyos y cuáles eran de Falka. Los hechiceros lograron determinar los padres reales de cada niño, pero eligieron no decírselo al rey, para que impidieran la ejecución de un niño de dos años.
Según Jacobo Fenn, parece que Fiona podría haber sido la hija de Falka, pero Filippa confirmó que la hija verdadera de Falka fue Adela, quien murió a sus 17 años ayudando en un templo dedicado a salvar a infectados del Catriona.